El Quesar de Gamoneo

Queríamos conocer Asturias y alojarnos en un sitio con encanto y acertamos. Lo malo podría ser que en subir y bajar tardábamos unos 15-20min porque esta apartado (hay que subir cuestecillas). Pero los hoteles de abajo a pie de carretera no tienen tanto encanto ni de lejos. Además la carretera esta cuidada y ni en las condiciones más adversas se necesita cadenas ni nada, solo manejo. Veías cabritas y vacas por el camino y al final resultaba un trayecto muy bonito :) Nos trataron de una forma muy familiar y el hotel era muy bonito. Patricia y Juako, los dueños, fueron muy amables y nos ayudaban cada vez que teníamos alguna duda. Incluso Juako el último día nos dio a probar quesito de allí y nos contó como habían realizado las tallas del hotel (todas hechas a mano). Nuestra habitación era el Castaño, muy bonita y con bañera con hidromasaje. Teníamos dos almohadas, la baja que viene y una alta que nos dieron nada más llegar. Un detalle perfecto ya que a mi me encanta baja pero a mi pareja alta. La chica de la limpieza un poco despistada un día se le olvidó ponernos los jabones y otro habíamos bebido leche en los vasos y seguían en el mismo sitio tal cual (que los enjuagamos y listo). Pero vamos, una chorrada. ¡¡El sitio es muy limpio!! Quiero aclarar. Además, solo había que comentarlo y ya está, como si de tu casa se tratara. Llegabas y los dos perrillos te venían a saludar ¡incluso el caballo que había en el jardín un día se nos acercó! jajaja Lástima no haber podido probar las cenas ya que comíamos tanto que apenas cenábamos. Leí en otras páginas que eran fabulosas y rondaban los 13€. Pero así tenemos un perfecto motivo para volver :)