Uña

En plena Serranía de Cuenca, a unos cinco kilómetros de la Ciudad Encantada, nos encontramos con este bello y pequeño pueblo. Aunque los lugareños aseguran que la actividad en el verano se vuelve frenética, aún en primavera se respira un ambiente de quietud y tranquilidad inigualables. El pueblo está rodeado de los riscos propios de la Serranía, además cuenta con un bellísimo estanque en su centro, verdadera estrella del pueblo.

La plaza es un lugar muy agradable donde pasar la sobremesa, a la sombra de los frutales en flor. Si queremos alojarnos aquí, tenemos dos opciones: un hotel-casa rural de buen precio y un albergue-campamento de verano a un precio aún mejor. El pueblo tiene además dos pequeños bares donde es posible comprar vino local y una tienda de comestibles a las orillas del lago.

Esta Villa de la serranía de Cuenca, situada entre la laguna-pantano y el río Júcar, es lugar de paso para subir de Cuenca a las sierras altas, La Toba, Las Majadas, El Hosquillo, nacimiento del Río Cuervo, Los Callejones, Tragacete y otros lugares.

Se llega desde Cuenca capital por la Ctra. CU-921 en dirección Villalba de la Sierra, donde comienzan la Hoz del Júcar, junto a la central hidroeléctrica y el Ventano del Diablo, o se puede llegar desde el Alto Tajo por Beteta y Tragacete.

La belleza de la laguna-pantano y su rico ecosistema de flora y fauna, junto con "los Cortados" de gran altura de las montañas que la rodean, forman un conjunto de paisaje de gran belleza.

Suelo ir mucho a Uña, tiene unos paseos estupendos, el río Júcar, una laguna natural en el mismo pueblo, unas formaciones de roca caliza donde se puede subir y admirar un paisaje estupendo, muy cerca está el embalse de la Toba, pequeño pero encantador.

En Uña siento la fuerza de la naturaleza en cualquier época del año, me relajo, me "escapo" del día a día. Quiero compartirlo con vosotros a través de unas fotografías que he ido tomando esta primavera.

Un saludo.

Un sitio algo desconocido y que puede llegar a sorprender, muy cerca del Ventano del Diablo. Nosotros nos encontramos ciervos en estado salvaje. Bonita su laguna, y su mirador.

Uña no se puede explicar, hay que vivirla, pasear por sus calles, subir por El Escalerón, bajar por la Raya,ir al arroyo de la Madera, la fuente de la Mora, el Batán (y buscar allí la huella de dinosaurio), rodear la laguna, si es posible al anochecer, la escuela de pesca y la piscifactoría. Me dejo algo? Posiblemente, porque a pesar de su pequeña superficie es un descubrimiento diario. A todo eso sumadle un cielo limpio y despejado y desde el mirador de encima de la laguna tenéis una lluvia de estrellas asegurada. ¿Se puede pedir más? Pues seguro que también hay más.

Con actividades de multiaventura, multitud de rutas y rincones en los que disfrutar de la belleza de la naturaleza con posibilidad de disfrutar en el pueblo de la gastronomía típica de Cuenca.

Acogedora población situada al pie de los escarpes del Júcar y protegida por un promontorio rocoso que tiene aspecto de castillo.
La sorpresa que te espera en esta pequeña localidad, que apenas conserva algunas casas de arquitectura serrana, es que envuelve una pequeña laguna en la que cuentan que hubo una isla movediza, llena de árboles, que se balanceaba con el viento, cambiaba de sitio e incluso aparecía y desaparecía.

Casas rurales Uña :
'http://www.toprural.com/castilla-la-mancha/cuenca/casas-rurales-una_rm-es-16219.htm'