Endiabladamente hermoso
Este magnífico puente que cruza el río Llobregat, fue obra romana, no del diablo, aunque se pueda pensar lo contrario por la audacia de sus constructores y reconstructores para poder mantener sus luces de manera casi mágica utilizando unos elegantísimos y ligeros pilares, sobre todo teniendo en cuenta que por encima debían pasar carros y carretas, legiones y ejércitos.
Muchas remodelaciones tuvo que sufrir el puente a lo largo de los siglos hasta quedar tal y como lo vemos hoy, llegando a quedarse con sólo dos arcos, y dando gracias a la fortuna, ya que fue totalmente destruido por las tropas del Ejército Popular de la República en retirada en 1939. Debieron pasar casi treinta años para que fuera reconstruido y en los últimos años devuelto a la vida, tras ser minuciosamente limpiado y adecentado para mayor gloria de los encantos de la ciudad de Martorell.
Sobre la leyenda poco hay que decir que no nos imaginemos: el diablo se enamora de una hermosa doncella que iba cada día a recoger agua a una fuente cercana y debía dar un largo rodeo para cruzar las aguas del río. Le prometió, pensando que iba a ser la de su amada, que le construiría un hermoso puente a cambio del alma del primero que pasara por el puente. Pero la doncella, una vez acabado el puente, echó un cubo de agua caliente sobre un gato negro que pasaba, que asustado cruzó el puente.
El pobre demonio tuvo que marcharse, derrotado, con un gato y sin su amada.
Pero dejó el hermoso puente para la eternidad....