El Páramo La Culata

Llega al centro de la ciudad ubicas un transporte que lo llevaras al páramo la culata el tiempo de

recorrido sera aproximadamente 1:00 hora

una vez en el páramo la culata se podrá observar lo majestuoso del lugar gente cordial amable servicial

se observa toldos donde ofrecen abrigos para la montaña dulces tipicos vinos de mora entre otras esquisiteses andinas también se puede comer platos tipicos y pasear en caballo u caminar hasta donde guste desde el lugar que llegas por primera vez puedes comenzar la caminata se llega a un pequieño
portón donde tendras que subir una escalera para luego adentrarse al páramo
encontraras un puesto de guarda parques donde se registraras dando así inicio a tu gran aventura
luego de caminar un trayecto de 1:00 hora encontraras el valle de la vida ahí puedes acampar un luagra muy acojedor la experiencia es única se vive el momento y sin igual luego de un merecido descanso continua la marcha hacia el primer refugio dicha distancia sera de 45' algo muy hermoso de conocer también puede acampar u continuar la caminata hasta el 2do refugio tiempo aproximado 1:00 una vez en el lugar conoceras que la belleza es lo esencial el respirar rurificador todo un relax de armoniza con lo espiritual se observa gama de vegetacion muy hermosa doy gracias a dios por tan hermoso regalo y pido respetar la flora como todo ambiente natural a todo visitante como a propios

A solo minutos del centro de la ciudad se encuentra el Páramo la Culata. Un rincón turístico, con una temperatura que va descendiendo a medida que vamos llegando a nuestro destino. Los paseos a caballo, la vegetación, los paisajes, la comida, hoteles o Posadas y los lugareños hacen de este paseo un momento agradable y diferente que nadie se lo puede perder. Para llegar hay que pasar por "el Valle" y "el Vallecito" donde pueden conseguirse los famosos pastelitos andinos, delicia que nos soluciona un rico desayuno. Los vinos de frutas, las fresas y moras o los parques temáticos nos darán la excusa de pasar todo un día con nuestra familia.

Podría pasearlo en automóvil mil veces y nunca me cansaría. Recomiendo las cachapas en El Antojo, antes de llegar al pequeño pueblo de Apartaderos.

Páramos de Mérida, donde la naturaleza te da un abrazo y te hace olvidar de lo cotidiano del día a día.