Palacio de Topkapi

Este palacio de sultanes fue mandado construir por el sultán Mohamed II en 1462, terminado en 1478, y fue la residencia habitual de los monarcas otomanos hasta 1855, cuando el sultán Abdul Mechid trasladó la sede al nuevo Palacio de Dolmabahçe (que merce rincón aparte).
Imprescindible por sus jardines, sus habitaciones que rivalizan entre sí por su decoración, sus azulejos, sus vistas impresionantes, su riqueza incluidos tesoros de oro y piedras preciosas, por su historia, y por infinidad de detalles que lo hacen único.
Imprescindible también recorrerlo sin prisa, para poder disfrutarlo: entrar a primera hora, nada más abrir aunque hay mucho público (y eso que era Abril); teniendo en cuentra que una entrada faculta la visita general y otra es para el harén, sin posibilidad de reducción de precio (estudiantes, mayores,.....).

El palacio de Topkapı sin punto en la i es un palacio de Istanbul, ubicado en el cuerno de oro, en la ribera europea de la ciudad. Era la residencia principal y oficial de los sultanes otomanes, entre 1465 y 1853. El palacio era el lugar de todas las locuras, extravagancias, recepciones grandiosas y banquetes, ahora es un museo que está abierto al público.

Construido por Mehmet II, el conquistador de Constantinople la Byzantina, el palacio tiene cuatro patios principales y batimientos anexos. En las salas principales, se pueden ver varios retratos de los imperadores, objetos de la vida cotidiana, como la vajilla o los muebles que se usaban, luego nos vamos hacia el harén, que era la residencia de la madre del sultán, de sus esposas y amantes, y tiene unas 300 habitaciones! Vivían más o menos 500 personas al mismo tiempo en el Harén, la madre, las 300 esposas y sus hijos, y los eunucos.

Este palacio ha sido el centro del imperio Otomano durante siglos. En sus paredes sucedieron intrigas dignas de la tetralogía de Indiana Jones o del espía Lawrence de Arabia. Fue hogar de Selim II el Borracho, ahogado en el baño depués de haber bebido demasiado champán; de Ibrahim el loco, que se volvió loco después de estar cuatro años encerrado en una jaula; y de la bella y malvada Roxelana, intrigante esposa de Solimán el Magnífico. Todas estas historias y su sitio en la Historia (con mayúsculas) han hecho del Topkapi uno de los palacios más notables del mundo y uno de los que más ha fascinado desde siempre. Libros, películas, leyendas, óperas... Multitud de artistas han querido dar su peculiar visión de este edificio de ensueño, que invita a transportarnos a otro tiempo.