Chebika es, junto con Tamerza y Midès, ...
Chebika es, junto con Tamerza y Midès, uno de los tres oasis de montaña más conocidos de Túnez. Su principal lugar de interés es su pintoresco manantial, situado en la parte baja del antiguo pueblo bereber, con un pequeño palmeral y una cascada. Alimenta una serie de pequeños arroyos subterráneos y una red de canales subterráneos que abastece los pozos, gracias a los cuales aquí se cultivan árboles frutales en un territorio completamente árido.
Este oasis debe su prosperidad a un sofisticado sistema de regadío. Para garantizar el equilibrio, hay que mantener una distribución equitativa del agua para todos los campos. Para ello, antiguamente había una curiosa sala (que se encuentra detrás de los aseos públicos), en cuyo interior había un peculiar reloj formado por dos jarras que se colgaban en una cuerda a diferente altura para permitir que el el agua fuera pasando de una a otra. Basándose en el tiempo que se tardaba en llenar la jarra inferior, un encargado abría o cerraba las compuertas del sistema de regadío.
La mejor manera de explorar Chebika y su palmeral es subir por el sendero pedregoso que lleva a las ruinas de la antigua ciudad, desde donde se pueden contemplar unas magníficas vistas de la cordillera del Bajo Atlas, que forma un cañón de 150 metros de altura con el palmeral a sus pies. Luego se desciende por unas escaleras hechas en la roca, hasta un bonito cañón. Recorriendo el sendero se llega a una pequeña catarata que alimenta un manantial. Se regresa por el sendero que va bordeando el cañón y se sube de nuevo por otras escaleras. Arriba hay una zona "turística", con puestos de bebida y de venta de souvenirs.
Nosotros llegamos hasta aquí en una excursión en 4x4 que habíamos contratado en Nefta.


