El mejor lugar para
Baden-Baden tiene infinidad de rincones que te sumergen en un estado de ensueño continuo y el Monte florentino, es uno de ellos.
Jardín de profundo carácter mediterráneo, totalmente antagónico al tipo de parque típico de estos lugares, repleto de árboles frutales, sobre todo limoneros y naranjos, y en cuya falda están los restos de los baños romanos.
Dicen en la ciudad, así como te recomiendan en su publicidad y carteles, que se venga aquí para "vaguear", para dejarte llevar por un ritmo pausado mientras los olores de los árboles frutales y las plantas mediterráneas te invitan al más absoluto de los sueños. Parece que los romanos, cuando anduvieron por esta bella ciudad, hacían lo mismo y venían a este monte a descansar aprovechando las termas y el aire puro.
Además se convierte en uno de los imprescindibles por sus vistas, ya que justo enfrente encontramos la bellísima colegiata, la Marktplatz y un poco más lejos, Baden-Baden se convierte en un precioso tapiz de tonos pastel.
Un lujo al alcance de todos en una ciudad no dada a las cosas "gratis" ;-)))
