Mirador imprescindible
Al este de la ciudad y fuera de sus murallas se encuentra el Monte de los Olivos, desde el que Jesús ascendió a los cielos y donde se puede admirar una bella panorámica.
Es imprescindible ir al mirador y contemplar detenidamente el cementerio y la antigua ciudad que está enfrente. Antes verde y fértil, en la actualidad posee más iglesias, capillas y cementerios que olivos. Su cumbre ofrece una vista magnífica de toda Jerusalén y en la otra dirección del desierto de Judea, el valle del Jordán y las montañas de Moab.
El monte está cargado de significado bíblico: se cita en el Antiguo