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CURIOSO
La finca se encuentra junto a la iglesia de Santa Catalina y tiene cada una de las estancias básicas en un piso distinto, porque es tan estrecha que sólo cabe una habitación por planta. Es un edificio que en vez de distribuir el espacio a lo ancho, lo hace a lo alto.
107 centímetros de anchura
La anchura es de apenas 107 centímetros, la misma que tiene la puerta de entrada, pero que desde hacía años estaba deshabitada por su estado de abandono y su estructura deteriorada.
Su tamaño ha sido motivo de visita de muchos expertos urbanistas y de curiosos que han querido conocer de primera mano lo que para ellos era imposible.
“Siempre ha sido un edificio peculiar y a todo el mundo que pasaba por aquí les decía que se fijaran porque es una finca cuanto menos singular”, añadió un vecino de la plaza Lope de Vega.
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