El tesoro de la villa baja
La “ciudad alta” con su magnífico conjunto medieval constituye, sin lugar a dudas, uno de los mayores atractivos para aquellos viajeros que nos acercamos a conocer Cahuvigny, sin embargo, la “villa baja” alberga un “tesoro” que no debemos dejar de visitar antes de abandonar esta preciosa localidad, se trata de la Iglesia de Notre-Dame.
Debido a los daños sufridos tras los tumultuosos años de la revolución, el exterior del edificio ha sufrido numerosas restauraciones por lo que, a simple vista, su aspecto puede que no resulte tan espectacular como cabría esperar de un templo que se empezó a levantar en los albores del siglo XI. Sin lugar a duda, nuestra opinión sobre la Iglesia de Notre – Dame cambiará por completo al acceder a su interior y contemplar las bellas naves, el imponente ábside y el magnífico coro románico así como los magníficos frescos que destacan por su temática poco frecuente.