Kris por el mundo
Una experiencia en la selva
Tras navegar durante dos horas por el río Madre de Dios llegamos al que iba a ser nuestro alojamiento durante tres noches. En mitad de la selva, a la orilla del río, sin luz excepto por la noche, sin agua caliente, sin aire acondicionado... sin ninguna comodidad. Sencillas cabañas alrededor de unos jardines con un gran lobby donde ver algún libro, jugar al ping pong o tomar una cerveza. Una bar con billar, y un comedor donde todo se sirve a la hora acordada.
Fue una experiencia única dormirse con el sonida de la selva y despertare al amanecer con el canto de los pájaros. Eso seguramente fue de lo mejor, junto con el cielo cuajado de estrellas y los paseos por la selva.
Leer más