Cabaña de madera
Para esta visita a la Isla de Mull, con los más pequeños, decidimos alquilar una cabaña o casa para estar más tranquilo y a nuestro ritmo que en un hotel. Buscando y buscando dimos con una granja que posee dos cabañas de madera, completamente, y alquilamos una de ellas por una semana, ya que el precio era muy bueno y la localización de la misma también, a las afueras de Tobermory, pero en plena naturaleza, es más, la cabaña se encuentra a unos 500 metros del parque natural de Aros, muy famoso en toda la isla.
En primer lugar muy cómoda, fácil de llegar y de aparcar. Al llegar encontramos un espacioso porche frontal que da acceso al salón que se encuentra comunicado con la cocina. En el lado derecho encontramos un cuarto de matrimonio, el aseo y un cuarto con dos camas. Sencillamente genial ya que siempre estaba de lo más calentita, seguramente debido a la madera. Todo muy limpio y cuidado, con dvd y tele por lo que nos causó una grata impresión.
Más curioso aun fue cuando al asomarme al porche en la primera mañana pude divisar una gran pradera con el mar de fondo y un caballo galopando por ella. Me extrañó escuchar agua caer lo que hizo andar unos metros y encontré que estamos situados en la parte media de una cascada. Mucho más que relajante y si volvemos, posiblemente ya tenemos nuestro hospedaje localizado.
Los niños se lo pasaron en grande al poder jugar al aire libre a su aire desde primeras horas de la mañana ... muy gratificante.
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