Dresde

Visité la ciudad de Dresde a primeros de este año 2010 y, desde un primer momento, me enamoró. Estuve visitando a un buen amigo que residía en Cracovia, Polonia, y, aprovechando hasta el más mínimo momento para viajar de nuevo, decidimos alquilar un coche y conducir hacia el Oeste. Una de nuestras paradas, como digo, fue la capital del estado federado de Sajonia, que también ha sido y es un importante centro económico y nudo de comunicaciones.

Ya desde el inicio, la arquitectura de Dresde llama la atención. Gracias a mis leves conocimientos y a la ayuda de Internet —mucho más sabia...—, pude contemplar cómo la ciudad —sobre todo su maravilloso centro histórico— combina edificios de corte barroco —los más—, renacentista y clásico. Mientras caminaba por sus calles, no podía dejar de pensar cómo de bella sería la ciudad antes de la Segunda Guerra Mundial, pues gran parte de su centro histórico fue destruído en 1945 durante por los bombardeos de la RAF y USAAF, los ejércitos del aire británicos y estadounidenses respectivamente.

La ciudad más castigada por los bombardeos de la II Guerra Mundial, después de Hiroshima, ha sido reconstruida con un total acierto, conviertiendose en un aconsejable destinos turístico.
Conocida como la Florencia del norte (o del Elba), el Barroco está presente en cada una de las calles del barrio viejo (Alstadt).

El barrio nuevo (Neustadt), con menos turistas, es el auténtico corazón de Dresde y se ha convertido en uno de los escenarios de la vida nocturna, con un buen número de bares y locales de copas. No esperéis ver bloques de edificios del periodo comunista, esta zona salió en gran parte ilesa de los bombardeos de 1945, conservando barrios que datan de la fundación del imperio alemán, allá por 1870.

Cualquiera que haya visitado Dresde, se da cuenta que es una ciudad impresionante. Yo recomiendo que después de una buena cena (mejor en la parte nueva de la ciudad), dar un paseo por la zona vieja.
El paseo no dura más de 30 minutos (salvo en mi caso, que quería fotografiar todo, y con trípode). La mejor opción sería empezar en el puente de Augusto para llegar a la plaza frente a la que se encuentra la Catedral Católica.

Esta ciudad ha sufrido los mayores cataclismos que se pueden imaginar: el terrible incendio del siglo XVII, uno de los mayores bombardeos de la ultima guerra (las fotografías son aterradoras) e inundaciones este mismo siglo, por no hablar de la dependencia de Rusia durante gran parte del pasado siglo y sin embargo ...

Sin embargo es una de las ciudades más impresionantes que he visitado.

Sería largo hablar de todos sus encantos y haciéndolo descubriríamos el final de la película. Si queréis ver un trailer, mirad las fotos adjuntas.

Un último consejo: caminad sin prisa y entrad en cuantos más lugares mejor...