Aitor Morilla
La verdad que la bienvenida que me dieron fue muy decepcionante
La propietaria me dejo esperando un buen rato fuera lloviendo, aunque también hay que reconocer que llevaba un 2 días de vuelos largos y escalas y me desesperaba por una cama.
A parte de eso, el edificio tiene un encanto muy especial, perfectos los desayunos (gratis) en la terraza, y parte también puedes encontrar una cocina que puedes utilizar, perfecta para los altos precios de Grecia. Y la proximidad al centro, perfecto salir y empezar a andar y perderte por sus calles.