El encanto de la Belle Epoque
Lo primero de lo que todo el mundo te habla de Dinan es de sus casas de la Belle Epoque. Archiconocidas en toda la costa Esmeralda, este destino playero es un lugar muy chic con relajantes vistas al río Rance y a la ciudad de Saint-Malo. Además está a un paso de otros destinos costeros como Saint-Lunaire y Saint-Briac, lo que hace que no te dé tiempo de aburrirte.
Dinard conoció su auge en los años 1850, cuando las familias ricas quedaron seducidas por la belleza de este lugar y construyeron sus lujosas mansiones aquí. En la actualidad, el casino, las galerías de arte y los palacetes hacen de Dinard un destino muy elegante y cotizado.
En otoño, la ciudad se revoluciona con la celebración del Festival de Filme Británico que atrae numerosas celebridades cada año. Para sucumbir al encanto de Dinard, lo mejor es que te pierdas sin rumbo fijo entre sus callejuelas y luego descubras la naturaleza de la zona sigiendo el Sendero de los Aduaneros.
Al oeste, las estaciones balnearias de Saint-Lunaire y Saint-Briac ofrecen una tranquilidad alejada del bullicio, con bonitas playas y excelentes vistas a la costa Esmeralda. Como sucedió en Pont-Aven, numerosos pintores como Renoir o Rivière hallaron aquí la inspiración. Para los amantes de la pintura, se celebra un festival de arte anual en Saint-Briac.
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