La aventura convertida en sueño
Partiendo de Maiquetía (Caracas) hay que trasladarse a Maturín, la puerta al Delta del Orinoco. De Maturín al puerto fluvial de San José de Buja uno de los accesos a la selva y al Delta.
En Maturín y por medio de lanchas tipo curiara con motor fuera borda y tras unas horas de navegación se llega a los campamentos. Estuve en el Orinoco Eco Camp, aunque hay varios extendidos a lo largo y ancho del Delta, todos son por el mismo estilo.
Los campamentos son rústicos, compuestos por un comedor común con tejado de palma y diferentes chocitas independientes que hacen a las veces de dormitorio, en ellas hay colgada una hamaca con mosquitera para dormir . No hay luz, el teléfono no tiene cobertura y por supuesto no hay internet, así que hay que olvidarse de todo y disponerse a vivir una aventura, aventura apasionante y a la vez plácida y relajante puesto que todas las excursiones se hacen con embarcación por el rio y parten del mismo campamento.
Hay distintas salidas, una de las más atractivas es la salida de la noche en busca de cocodrilos, éstos son deslumbrados por los focos instalados en la lacha, los guías nativos los cogen con las manos (el cocodrilo del Orinoco es más bien de reducido tamaño), una vez realizada la fotografía son devueltos al rio. Esta excusión tiene un valor añadido, te permite contemplar el nítido cielo de noche, sin contaminación lumínica, una luna espectacular y el cielo tachado de rutilantes estrellas.
Las lanchas paran sus motores durante un determinado tiempo, el silencio es total, solo se oye el rumor del agua y el canto de los grillos, una sensación única.
El Delta del Orinoco está formado por un laberinto de canales. Uno de los atractivos del Delta son los palafitos, construcciones lacustres de los indígenas Warao, la etnia del Orinoco, viven en sus casas flotantes. Una vida sencilla en torno al rio, viven de la pesca, de la caza y de las artesanías que elaboran. Viven en perfecta comunidad. Los indígenas Warao no pagan impuestos y gozan de una serie de privilegios toda vez son los dueños del Delta.
La fauna es muy rica, gran variedad de monos, aves de todas la especies, tucanes, loros, etc. Lo más destacable es la vegetación, bosques, manglares tan tupidos que impiden el paso, flores, orquídeas, algunas de muy exóticas y curiosas. Una baya alargada como una algarroba y tirando de un extremo se abre una espectacular flor.
Ver el atardecer desde el rio, la puesta de sol en la selva del Orinoco es tan bella que es una fantasía, un sueño.'https://www.rodamons.net'


