Romántico alojamiento con encanto
El taxi que te lleva desde el aeropuerto de Marrakech al Riad ni siquiera puede dejarte en la puerta de Dar Balthazar. No olvidemos que estamos en la Medina, callejuelas estrechas por donde, en la mayoría, ni siquiera cabe un coche. La calle donde se encuentra situado Dar Balthazar es una de ellas, además está en obras así que la primera impresión al enfilar la calle con tu maleta y recorrer los 200 metros aproximadamente desde que dejas el taxi es…desoladora…¿dónde me he metido? piensas…
Por fin llegas a la puerta del Riad, llamas y te abre el personal que lo atiende sumamente amable y servicial, tienes que inclinar la cabeza para entrar por la puerta y eso que yo no soy muy alta y una vez que la atraviesas accedes a un espectacular patio con muchas plantas decorado al estilo marroquí, parece que has entrado en otro mundo distinto al de la calle. Te reciben con muchas sonrisas, un té moruno de bienvenida, te hablan en un francés perfecto y en un inglés con el que te puedes defender.
Tienes que abonar tu alojamiento en el momento de la entrada, no admiten tarjetas de crédito pero si euros, estos los admiten en todos los sitios. También tienes que abonar en ese momento los servicios que vayas a utilizar del Riad, como por ejemplo, el servicio de transfer desde y a el aeropuerto (30 euros) y si quieres que te preparen alguna comida o cena. Nosotros el primer día decidimos cenar en el Riad y no lo recomiendo, servicio personalizado y muy romántico todo pero pagas casi el doble que si cenas en algún restaurante de la plaza de Jemaa El Fna, la comida no es nada especial y la relación precio-calidad para lo que es la ciudad no me pareció buena.
El Riad tiene 5 habitaciones y nosotros ocupamos la suite Melchor, espaciosa, muy bien decorada, con un cuarto de baño muy amplio y todo muy limpio. Ideal para parejas, muy romántico. En el precio de la habitación va incluido el desayuno que se toma en el patio del Riad. Está bien ubicado en la Medina y desde él se puede acceder fácilmente a los zocos, a la plaza de Jemaa el Fna y a casi todos los sitios de interés turístico de la ciudad. Advertir que puede darnos sensación de inseguridad si se vuelve al Riad de noche porque tienes que atravesar calles estrechas y oscuras, estamos en la Medina, pero recordar que Marruecos es un país muy seguro, en cualquier caso abstenerse miedosos.
Nuestra estancia en él ha sido muy agradable, volveríamos sin dudarlo.


