Cueva El Castillo

El acceso a la Cueva El Castillo se realiza a través de un vestíbulo que contiene el registro más completo de la vida de nuestros antepasados que incluye ocupaciones que van desde el Paleolítico Inferior (hace 120.000 años) hasta la Edad de Bronce (hace 3.000 años). Aquí aún se están llevando a cabo excavaciones arqueológicas.

Además, este vestíbulo ha sido aprovechado para instalar un Centro de Interpretación acerca de las cuevas de Monte Castillo, que son cinco: El Castillo, Las Chimeneas, Las Monedas, La Flecha y la Pasiega. Varios paneles informativos y fotografías permiten conocer un poco mejor lo que veríamos después durante la visita guiada al interior de la cueva. Hay fotografías de las representaciones rupestres (en el interior no se permiten tomar fotos), y explicaciones sobre las técnicas utilizadas para realizarlas, así como de la forma de vida del homo neandertal y del homo sapiens en estas cuevas.

Recientemente se ha descubierto que esta cueva, patrimonio de la humanidad junto a la cueva de Altarmira y otras con importantes tesoros rupestres, tiene las pinturas conocidas más antiguas, datadas hace más de 40.000 años, justo cuando se cree que el Homo Sapiens empezó a poblar el norte de la península, terminando con el dominio de los neandertales.

Podemos ver la cueva mediante uan visita guiada de 1 hora de duración, donde se nos explicarán las distintas pinturas de bisontes, caballos, manos, etc. que veremos en el recorrido, además de unas bonitas salas.

Visita recomendable para quien nunca haya visto una cueva de estas características, y prefiera ver pinturas reales antes que una copia como ocurre en Altamira.

En Puente Viesgo hay cuatro joyas de cavidades que se suman a la infinidad de cuevas de arte rupestre que hay en Cantabria. De estas cuatro cuevas, sólo dos están expuestas al público y la más famosa es la Cueva del Castillo, situada en el Monte Castillo.

Un dato muy importante de la cueva es que sus pinturas rupestres son las más antiguas del mundo, incluso más antiguas que las de la afamada “Capilla Sixtina” de Altamira. Para que nos hagamos una idea de la importancia que adquiere esta cueva.

En la cueva se pueden ver pinturas de bisontes, caballos, ciervos... Pero lo que más me llamó la atención fueron la cantidad de manos que hay pintadas en una pared de la cueva. Es curioso lo que se te llega a pasar por la mente cuando ves esas pinturas milenarias justo enfrente de ti.

Aunque por fuera tiene una moderna entrada con recepción de visitantes, la verdadera entrada a las cuevas está un poco más adentro, donde comienza la visita, una puerta sencilla que separa la magia encerrada en la roca de la era moderna.

La cueva del Castillo alberga las pinturas rupestres más antiguas del mundo, manos en negativo, caballos y otros animales. Algunas de las pinturas no son evidentes a primera vista, necesitas echarle un poco de imaginación y jugar con las grietas o sombras de la roca para poder completar algunos de los dibujos.

Lo cierto es que lo que más me ha llamado la atención en esta cueva es el hecho de dibujar las manos en negativo.