Misterio & Belleza al filo de un acantilado
Si de descubrir lugares se trata, la Cueva de la Quintrala fue realmente un descubrimiento misterioso y mágico para mi familia y para mi.
La encontramos sin querer: habíamos salido por la playa desde Pichidangui a caminar (somos de hacer mucho deporte).
La caminata fue larga y al final del recorrido nos encontramos, no sólo con la cueva, sino también con una mujer muy hermosa, de cabellos rojos, largos y rizados. Estaba sola, mirando el mar, y nos contó que la que veíamos era "la Cueva de la Quintrala"... pero nada más que eso.
Quedamos encantados con el lugar y al regresar al Pichidangui nos pusimos a investigar. Nos enteramos de la historia de la cueva, y de que esa tal "Catalina" a la que llamaban "La Quintrala" era una mujer muy hermosa y con las características físicas de la muchacha que nosotros habíamos conocido... quedamos sorprendidos profundamente!