Cuenca

Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1996, Cuenca ha sabido mantener el peso de su larga historia a base de restaurarse y embellecerse a sí misma. Y no sólo la ciudad, sino también de su paisaje, sus fortalezas, y del bellísimo entorno natural de donde parece haber brotado como una hermosa flor.

Hundiendo sus raíces en la dominación musulmana del siglo VIII, la Kuvenka árabe fue un lugar estratégico desde que se puso la piedra angular de la primera de sus edificaciones. Alta, inexpugnable tuvo que esperar al siglo XII para pasar a manos cristianas y convertirse en hogar de nobles, prelados y Órdenes militares que la embellecieron y engrandecieron sin perder parte de su sangre musulmana.

Cuenca, es una ciudad de las mas pequeñas de España, pero a la vez de una riqueza monumental grandiosa.
Sus casas colgadas son su presentación, pero a parte de ellas tiene grandes monumentos , la catedral , el ayuntamiento, sus conventos y por su puesto sus hoces del Júcar y del Huécar.

Aun así lo que yo recomendaría es perderse en sus callejuelas y pasadizos, es algo digno de ver.

¡Hola!
Nunca había venido de visita a esta ciudad tan encantadora y este año he tenido que venir a estudiar aquí.
La mayoría de gente conoce Cuenca por sus casas colgadas, la ciudad encantada, el nacimiento del río cuervo congelado o su semana santa. La experiencia de estar viviendo aquí ha sabido despertar mi curiosidad por esta ciudad la cual ni es grande ni es pequeña, una ciudad que tiene lo básico para la vida y aún así lo da todo.
Es una ciudad rodeada por naturaleza y cosas que ver que son preciosas y, aún así, sigue siendo una ciudad, una ciudad llena de juventud y lugares por donde perderse. La verdad es que es una ciudad que impresiona bastante más de lo que esperas.

Solo fueron dos días, un fin de semana, hemos visto:

-El Ventano del Diablo.
-La Ciudad Encantada de Cuenca.
-El Nacimiento del Río Cuervo.
-Las casas colgantes.
La plaza del centro junto con la catedral.

Las fotos hablan por sí solas, de los primeros fines de semana de Enero con muchísimo frío, paisajes hermosos.

Se pone bella Cuenca por el otoño. Los paseos por sus riberas complementan y enriquecen las sensaciones que generan caminar por esta ciudad. Camino de Federico Muelas, subida a las Angustias, camino de San Isidro, sendero de San Julián, subida al cerro Socorro. Por estos lares, dice el poeta que al viajero le salen alas en el alma. Y cuando divisa desde estos altos las riberas de los ríos, le sale al caminante colores en el corazón. Y baja el caminante a pisar alfombras de hojas de álamo y chopo y a entender los amarillos que solo la luz de otoño propicia. Caminar por los senderos otoñales de