Un hotel que roza la perefección
Un hotel perfecto para relajarte e ir en familia, alejada del bullicio turístico de Albufeira. Se disfruta del relax y la tranquilidad en las instalaciones del complejo. Cercano a la playa de Salgados (de arena blanca, amplia y muy limpia), accesible a pie en 5 min o en coche en 2 min.
Posee tres piscinas redondas: 0,4 m, 1,5 m y 1,8 m., spa, parking gratuito y campo de golf.
Las piscinas están muy limpias, con tumbonas suficientes y adecuadas para todo tipo de bañistas.
Teniamos desayuno incluido, buffet variado y de calidad.
Habitación muy espaciosa, cama grande y ducha enorme. Nuestra habitación tenía vistas al resort, con sonido de agua de fuente muy relajante, que si es necesario cierras las ventanas y está totalmente insonorizado. Terraza amplia y cómoda.
Por poner un pero, las camas y almohadas son algo blandas. La tele es enorme y de gran calidad pero la señal era defectuosa para ver cualquier canal.
Muy recomendable y si volvemos a Albufeira, repetiremos.
Nota: 9,5