Crucero por el Duero pasado por agua
Un sábado de finales de mayo salimos rumbo a Oporto para hacer un crucero por el Duero, previa reserva. El tiempo no acompañaba, llegamos allí y antes de embarcar comenzó a llover, era una pequeña muestra de lo que nos esperaría ese día. Al entrar en el barco ya nos esperaba un buen desayuno, lo cual era de agradecer ya que el día estaba algo frío.
Y aunque estuvo lloviendo a chaparrones durante todo el día, solamente estuvimos dentro del barco para comer, el resto del día estuvimos disfrutando del paisaje en cubierta (había una zona que tenía un toldo). He de decir que el paisaje es muy bonito y la experiencia de pasar por las presas nos encantó. Lástima del tiempo, pero aún así valió la pena. La travesía terminó en el pueblo de Régua, y ahí visitamos una bodega y degustamos dos vinos de Oporto. El viaje de vuelta de Régua a Oporto lo hicimos en tren, y ya estábamos algo cansados, pero el paisaje, nuevamente nos encantó.