La primera vez que me he subido aun...
La primera vez que me he subido aun tren cremallera ha sido con ocasión de la visita al Monasterio de Montserrat. Yo concibo los trenes, no solamente como un medio de transporte, sino como un estupendo escaparate desde el que poder observar el entorno cómodamente sentados, y como una introducción o colofón a lo que veré o he visto cuando llegue o salga de mi destino.
El cremallera de Montserrat no es una excepción ya que desde este pequeño tren se tienen unas vistas maravillosos del monasterio y de toda la montaña. El trayecto apenas dura 15 minutos, tras haber dejado el coche en un aparcamiento gratuito, es raro encontrar esta palabra ¿verdad?.