Corfú

Cuándo llegamos a la isla, lo primero que hicimos fué alquilar una moto ya que es fácilmente visitable en ese medio de transporte, aunque los carteles en Griego se las traen.

La ciudad es bonita y acogedora. Entre el puerto marítimo y esta, a pocos minutos andando, hay una zona de baño con un restaurante muy agradable para pasar la mañana, cuidado con el oleaje que forman los grandes barcos al pasar, los del lugar te avisan para evitar que te dés un trastazo contra la escollera.

La playa de Paliokastritsa también es fantástica, al lado, en lo alto de una colina dando al mar, está ubicado un convento ortodoxo El Kanoni, que merece una visita.

Corfú me sorprendió muchísimo...para bien.

Tras una semana navegando en velero, desembarcamos allí para pasar un día antes de volver a España.
Disfruté enormemente paseando por sus calles, fotografiando sus balcones, tropezando con gente pintoresca, enfrascada en sus pensamientos y quehaceres. Me cautivó la señora mayor fumando en un rincón, tan fotogénica, o la señora dando de comer a las palomas. En definitiva, tiene un toque decadente, parecido al de Lisboa, que me fascina.

Vale muchísimo la pena recorrer su casco antiguo, sus calles comerciales, sentarse en un café a desayunar y ver la gente pasar.

Nuestra experiencia en la isla griega de Corfú se puede resumir en una palabra: sensacional. Al igual que en otras visitas que hemos realizado, ésta también ha sido en crucero, en este caso con el Norwegian Gem de Norwegian Cruise Line.

Llegamos a la terminal del nuevo puerto y desde aquí lo hicimos todo a pie. En apenas 15-20 mnutos llegas al centros histórico que es donde se concentran los monumentos más importantes de la ciudad (llamada también Kerkyra).

Lo principal es conocer el Antiguo Fuerte, la Esplanada, el Ayuntamiento, Palacio Mon Repos y cogerse en bus para ir hasta

Era la tercera vez que iba a Grecia. cada vez que hemos ido ha sido a lugares distintos. Desde el primer momento que pisamos por primera vez una de sus islas, en este caso fue Santorini, nos enamoró por completo, por ello, siempre nos gusta ir en vacaciones a visitar algún lugar nuevo de esta preciosa tierra que nos encanta. La cosa cambio cua do llegamos a Corfu. En numerosas guías turísticas la definen como la isla que no es griega. Al principio no sabemos muy bien por qué, pero a medida que pasas tiempo en esta isla vas encontrándole explicación. Desde el primer momento vimos que el trato era muy diferente con respecto a otras islas que habíamos visitado anteriormente e incluso con la propia Atenas.

Las altas temperaturas de Corfú en una tarde de verano en la que la visitamos nos hizo pensarnos dos veces subir a la antigua fortaleza, conformarnos con fotografiarla de lejos e irnos a bañar a la siguiente calita, que ya os presento antes Anadel y que curiosidades de la vida, de las 6 personas que coincidimos en el baño, nosotros dos y una familia, éramos todo de Sevilla, ¡ Ay... con las buenas playas que hay en Huelva y allí todos pinchándonos con las piedrecitas! jiji