Un helado delicioso en el corazón de Florena
Antes que nada, advierto: gran parte del encanto de la heladería es mérito del dueño, un hombre encantador italiano y apasionado por lo que hace, y de la charla que da. Vale la pena no sólo experimentar el helado, sino también tener una conversación y conocer, de mano de un experto, el proceso de elaboración de helados y cómo cada sabor es pensado al más mínimo detalle. El secreto, por cierto, está en el equilibrio: es decir, en buscar los mejores ingredientes, leche y fruta fresca, y equilibrarlos poniendo en valor cada sabor. Por ejemplo, un sorbete de limón es naturalmente menos dulce que un chocolate. Tratar de normalizar la cantidad de azúcar en ambos sabores significa "matar" la frescura del primero, sin que el paladar disfrute el sabor del segundo. Y en base a esto, vamos a los consejos:
- Está bien pedir una degustación (una, no diez!). Y una buena cosa es mezclar los sabores: los helados de sabores dulces van bien con sabores más refrescantes.