Diogenesp
Mucho han cambiado las cosas cuando, de...
Mucho han cambiado las cosas cuando, de niños, pasábamos al anochecer, de vuelta del campo de deportes de los escolapios, por delante de unos viejos edificios en el que todo el mundo decía que había fantasmas y que se podían oír sus lamentos ya que era un antiguo hospital.
Pero el tiempo pasa, y ahora mismo el viajero y el barbastrense pueden disfrutar de un magnífico conjunto de edificios restaurados que cumplen una función muy diferente a su propósito original, ya que allí podemos encontrar un Centro de Interpretación del Somontano, el Museo del Vino, las oficinas de la denominación de Origen Somontano y un restaurante, además de una tienda de recuerdos.
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