Todavía quedan rincones que hacen ...
Todavía quedan rincones que hacen sentir al viajero que está lejos de todo, perdido en el tiempo y el espacio. Esa sensación depara el Alto Asón, una idílica comarca ubicada en el extremo oriental de Cantabria. Dos son los ríos que tallan su geografía. Uno, el Gándara -en la antigüedad llamado Soba- brota como humilde y silencioso manantial entre suaves prados; el otro, el Asón, nace originando una espectacular cascada en las montañas del Parque Natural de Collados del Asón.
Al Alto Asón se entra por pueblos con aire próspero. Ampuero, una villa con varios puentes sobre el Asón, tiene hermosas casas del siglo XIX con galerías acristaladas y balconadas corridas. Unos kilómetros más adelante se encuentra el pueblo de Hoz de Marrón, donde está el santuario de la Bien Aparecida, venerada patrona de Cantabria. Le sigue Udalla, con su bellísima iglesia de Santa Marina, la pequeña aldea de Gibaja y luego Ramales de la Victoria, un pueblo que tiene ya aspecto y movimiento de pequeña ciudad.