Paseo de nobles
Porque así lo quiso el conde de Barajas, cuando allá por el siglo XVI decidió reurbanizar y acicalar este rincón sevillano, que se convertiría, sin él saberlo, y con el tiempo, claro está en el más antiguo jardín público de España y de Europa. Así que puso manos a la obra, no las suyas, claro está, que para eso era noble, y desecó un bracito del Guadalquivir que por aquel entonces daba mucho la lata, con frecuentes inundaciones y encharcamientos que no hacían más que provocar molestias y enfermedades propagadas por mosquitos y otras podredumbres.
Poco a poco el espacio fue ganándose al río y la vecindad creciendo, así que hubo que embellecer el espacio, y como la moda de aquel entonces era el gusto neoclásico y en especial el amor por Roma, se aprovecharon unas columnillas que "sobraban" de un edificio romano que aún se conserva, para dar empaque y tronío a la entrada del paseo.