Es imponente la suntuosidad de esta iglesia. El mármol con el que está hecho el púlpito es de un color precioso, así como los bajorrelieves que en él se pueden ver. Las pinturas que se pueden observar a los lados del altar mayor son impresionantes.
Una cosa que nos llamó mucho la atención es la figura de un Cristo que parece estar hablando por un móvil. También es fantástica la figura de un Hecce Homo.
Se encuentra en la Plaza de la Encarnación, pegada a una de las calles principales que llevan a la iglesia.
Sus diferentes fachadas fueron construidas en diferentes épocas, la lateral data del siglo XVI (1589) y la frontal, junto a la torre que tiene acceso desde la plaza, se terminaba de construir en el siglo XVIII (1719).
Por dentro es preciosa; planta de cruz latina con una única nave. Una bóveda de cañón que cubre el techo de esta iglesia y en el crucero (la zona que está justo donde se encuentra el altar) se eleva una alta bóveda que refleja luz sobre el Retablo dorado del Altar
