La cocina del albergue Moulin de Méen ...
La cocina del albergue Moulin de Méen se merece un rincón para ella sola porque si el estómago tuviera memoria, mi tripa no pararía de hablarme de aquellos deliciosos menús. En los desayunos se pueden degustar unos “cruasanes” excelentes con mantequilla salada. Pero son las comidas y cenas las que se deberían recibir todos los tenedores existentes en las guías de restauración. Son platos muy variados, exquisitos y, además, muy económicos.
Voy a destacar dos especialidades bretonas: Las crêpes y las galettes. Las primeras son de masa fina y dulce y, aunque la tradicional es de mantequilla y azúcar, se sirven también de miel, mermelada, helado o chocolate. Las galettes son mucho más grandes de tamaño y de grosor, tienen color grisáceo (por el trigo negro de su harina), son saladas y se suelen acompañar con jamón, queso y un huevo. Mmmmm...