Guadalupe Larrey Durán
Claustro a contraluz
Un pueblecito pequeño pero de una riqueza cultural extraordinaria. Recuerdo que fuimos a visitarlo por el encabezamiento de una tía mía que viajaba conmigo a la que le fascina el arte. Yo en un principio no mostré excesivo interés, pero una vez allí, supe ver el encanto de Monreale.
Las vistas eran fantásticas al estar situada en lo alto de la montaña y, como ya he dicho, sus monumentos, entre los que destaca la famosa catedral, maravillosos. La catedral es bizantina y su belleza es más que obvia, llena de mosaicos y revestimientos de oro que relucen con el Sol.