Paraíso lleno de turistas, pero paraíso igual
Calas espectaculares, gente de corazón hermosa y lugar perfecto para desconectar y relajarte en sus aguas. Nos quedamos en un precioso hotel: Hotel Madrid, donde su atenta anfitriona, Mary, te atiende como si estuvieras hospedándote en su casa.
Es pequeño, con lo justo y acogedor. Un desayuno donde puedes escoger de una variedad muy grande, con atentas recomendaciones sobre las calas a las que ir, y sin ningún problema para aparcar tu coche de alquiler (obligatorio si realmente quieres vivir la experiencia; un consejo: comprar el seguro a todo riesgo en la oficina de alquiler, y así vas sin preocupaciones).