Cuenca, ciudad medieval
En Cuenca puedes encontrar lo que, en la Edad Media fue una ciudad boyante de actividad cultural, política y religiosa. A solo unos cuantos kilómetros está el Monasterio de Uclés, "cuartel general" de la Órden Militar de Santiago, la más importante en España.
En la ciudad, hay vestigios por todas partes de lo que fue una vez. La morería, la judería y la zona cristiana son zonas donde es muy agradable dar un paseo. La Plaza Mayor, con la catedral, de fachada que "no cuadra", ya que fue construida con posterioridad a todo lo que le rodea (incluido el resto de la catedral) contrasta con el resto de la plaza. Allí, se daban las asambleas, los juicios, los mercadillos, y en general la vida social de la ciudad.
Las casas torcidas en los pisos de arriba recuerdan el problema de espacio que sufrió. Con pocos metros de suelo se intentaban ganar algunos más en los pisos superiores, dando a lugar a perfiles de pinta poco fiable en las calles más estrechas. Estrechez limitada por el ancho de los carros para que pudieran circular por cierto. Esta búsqueda de espacio llega a su máxima expresión en las Casas Colgadas, casas que aparecen prácticamente encima de un precipicio.
En los miradores podremos admirar los alrededores de Cuenca, de carácter montañoso, e imaginarnos todos los problemas de comunicación y suministro que hubo en su momento. Se puede incluso descubrir un acueducto si nos fijamos bien. También desde allí podemos ver el ensanche de la ciudad y el río, que discurre tranquilamente alrededor de toda la ciudad, y los cultivos que se organizaban a modo de terrazas.
Podemos encontrar además, poniéndonos en un enfoque más actual, numerosas referencias arte abstracto. En Cuenca está el Museo de Arte Abstracto de la Fundación Juan March; gracias al pintor Fernando Zóbel quien, antes de morir, donó toda su obra para fundar allí el museo. Encontramos pues en Cuenca, un referente del arte abstracto español.
Otra actividad que llama la atención de Cuenca es la llamada Procesión de los Borrachos, procesión antirreligiosa en la que las personas que no están a favor de la religión hacen una procesión (paradójico, ¿no?). Y hablando de borrachos, recomiendo los bollos borrachos (riquísimos) y el resolí, licor a base de café y miel que no te puedes perder.


