para probar la
Chez Ashton al parecer es una franquicia (eso lo descubrí después de comer ahí). Por mis tierras se conoce poco la cocina de Québec, y el único nombre que me sonaba al llegar era la "poutine", papas fritas con queso fundido y alguna salsita. Chez Ashton, según me contaron algunos locales, podía ser una buena opción para probar por un precio razonable este manjar, y ver qué tal.
Elegí la "poutine" normal, con una bebida, lo cual me salió un poco menos de 9 dólares canadienses, y me permitió llenarme con este plato que a fin de cuentas (se lo confieso!) me decepcionó un poquito.
El lugar en sí mismo es de comida rápida: sillones, mesas, uno tira a la basura lo que sobra en su bandeja, y bueno, si no les gustan las papas fritas, el lugar no sólo propone varios tipos de "poutine" sino que también bocadillos de salchicha y ensaladas.