El secreto: su plancha y la calidad
Este pequeño bar -abarrotado de gente- debe su éxito a la excelente calidad de los productos, que se exhiben en un escaparate a la vista del público. Ello permite que con una sencillísima elaboración (a la plancha) esté todo exquisito.
Es un local "de los de toda la vida", muy pequeño, estrecho y alargado, carente de decoración, al que desde luego no acuden turistas (y yo no hubiera ido si no fuera porque me llevó una madrileña). Nada más entrar, a la derecha, se encuentra su "cocina": Una gran plancha donde los agitados camareros no dan a basto a cocinar, a la vista del público, todo lo que la gran oleada de clientes demandan. Frente a la plancha, una larga barra metálica recorre todo el local. Eso es todo.
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