Hamburguesas y champis de rechupete
Un sitio de "culto gastronómico" en la zona "La Herradura" de Haro. Me han llevado allí desde bien pequeño, porque nadie como los propietarios del Chamonix conocen los entresijos y todas las bondades de una buena plancha. De ella salen excelentes pinchos de champi (no te los puedes perder), pincho moruno, raciones de navajas, sepia y gambas a la plancha, y como no, diferentes bocadillos, entre los que destacan las hamburguesas por las que es conocido este bar.
Como no podía ser menos de un buen bar riojano ubicado en la "Capital del Rioja", dispone de excelentes caldos y todo tipo de bebidas, pero como su nombre bien indica, dispone también de una extensa carta de cervezas que hace este bar muy diferente al resto de bares de esta conocida concurrida zona de tapeo de Haro.
Haciendo honor a su nombre, está decorado al estilo alpino, con motivos d emontaña y esquí que trasladan al viajero directamente a la localidad francesa de Chamonix, al pie de los mismo Alpes, eso sin duda le confiere un toque de calidez y buen ambiente, es de esos bares que entras y te sientes a gusto, como en casa. Sí, es un bar pequeño y bastantes estrecho, es su única pega, porque suele llenarse con facilidad sobre todo en fines de semana y fechas festivas, cuando la gente sale a potear, a tomarse unos vinos acompañados de unas tapitas o pintxos. Recomiendo no perderse el pincho de champi y el pincho moruno, auténticas especialidades de la casa, aunque también he de decir que no fallará nada de lo que pidas, desde el pulpo a la gallega hasta un bocadillo vegetal.
Eso sí, haciendo honor al nombre, el Chamonix siempre ha tenido fama por sus hamburguesas, que tienen el distintivo toque del pepino como ingrediente "de la casa", lo que le confiere un toque especial a las hamburguesas, un toque que gusta a los paladares más exigentes de esta forma de preparar la carne de ternera. La variedad de hamburguesas es más que suficiente, y entre la carta, recomiendo especialmente, la "Super Chamonix" o la "Super Holandesa", auténticas joyas de la corona de este gran sitio al que tanto me gusta ir. El buen hacer de sus propietarios, que siguen ahí al pie del cañón y de la plancha, le ha dado a este bar a lo largo de los años lo que se merece, fama y la presencia de la gente, que como es lógico, frecuenta mucho este sitio.
Resumiendo, sí, la catedral de las hamburguesas (y otros pinchos y raciones a la plancha) tiene nombre, está en Haro, y se llama Chamonix.