El origen de Bogotá
El pequeño pueblo de Usaquén, ahora abducido por el crecimiento de Bogotá, es ya un barrio más de la capital de Colombia, pero conserva un encanto especial en su plaza principal, con la iglesia de Santa Bárbara, y las calles de los alredededores se animan sobre todo a partir de la puesta de sol porque Usaquén concentra una de las ofertas de ocio más completas de Bogotá, con decenas de restaurantes de todos los niveles, cafés, anticuarios, tiendas y un centro comercial amplio.
Durante varios siglos Usaquén era paso forzoso entre Bogotá y el norte del país, y aquí se construyó la primera estación del ferrocarril del nordeste.