Muchas veces, en nuestras visitas al...
Muchas veces, en nuestras visitas al Puente Nuevo, he pasado junto a un quiosco que existe entre el Puente y el Parador. Es una taquilla para entrar dentro del Puente, como uno no espera gran cosa del interior de un puente siempre pasaba de largo. Pero me picaba la curiosidad porque sabía que una de aquellas habitaciones sirvió de cárcel para el bandolero José María el Tempranillo.
Así que a mediados del año pasado decidimos bajar y subir escalones. La entrada cuesta dos euros, aunque para los residentes es gratuita. Sólo coincidimos con otra pareja por lo que pudimos hacer el recorrido todo lo tranquilo que quisimos.