Sabio reciclaje de edificios
En mi increíble paseo por los barrios de la Ribera, Santa Caterina y Sant Pere he descubierto lugares insólitos, de impresionante belleza serena, poco explotados turísticamente (mejor) y sobre todo de una incrible paz.
Lugares donde el día a día de la gran ciudad se palpa a través del ritmo que marcan sus vecinos, de una mezcla de culturas, razas y arquitecturas sin parangón en Barcelona. Aquí conviven gentes de todo rango y condición, dándole al barrio un "Caliu" (expresión catalana para definir cercanía, calor, proximidad) especial.
Caminando desde la Plaça de Sant Agustí Vell mis pies me llevaban sin destino, sin prisas y me dejé guiar por el instinto. El paseo transcurria hacia la Plaça de l'Académia y de repente me encuentro con un espacio abierto, multifuncional y de fuerte mestizaje, en definitiva, otra gran joya escondida en esta Barcelona oculta que tanto me enamora: "El convent de Sant Agustí". Me encanta mi trabajo que me permite hacer estos recorridos tras reuniones pesadas y agotadoras.