Cenote Tamchach-ha

Justo al lado del cenote Choo-ha. La traducción del nombre es “agua profunda”, la profundidad es entre 4 y 35 metros de profundidad, se accede como en la mayoría de los cenotes por una escalera de caracol de madera, en esta escalera hay dos plataformas por si quieres lanzarte desde ellas al agua, una a 10 metros de altura y la otra a 5, llegas a una cueva con una gran bóveda, la superficie del agua tiene alrededor de unos 40 metros de diámetro, el agua está clarísima y algo fresquita al principio pero una vez dentro está deliciosa.

Los mayas llamaban "dzonot" a los pozos de agua dulce que se forman en la tierra debido a la erosión del suelo de piedra caliza. Los "cenotes" fueron de gran importancia para esta cultura, porque además de proveer el vital líquido, creían que eran una especia de túnel que conectaba con el mundo de los dioses, por lo que se hacían ceremonias con ofrendas y sacrificios en los cenotes que supuestamente les llegarían a sus dioses. Ahora los cenotes son un atractivo que hay que visitar por su belleza natural que aún se conserva en nuestros días. Todos tienen nombres mayas, y muchos de ellos se ubican en el estado de Quintana Roo, México, y se pueden hacer diferentes rutas para visitar varios cenotes en un día.