Cementerio Sajón

Este peculiar cementerio se encuentra enfrente de la iglesia de la Colina, en la zona alta de la ciudad, a la que se accede por la Escalera de los Estudiantes. Su particularidad es que todas las tumbas y sus marmóreas lápidas indican nombres y apellidos exclusivamente alemanes, pues constituían más de la mitad de la población hasta la II Guerra Mundial. Otra de las cosas que llaman la atención es la presencia en muchas de las lápidas, de los símbolos de cada gremio de la ciudad.

La verdad es que el entorno es tan lúgubre que pareces estar inmerso en una película de Drácula; las lápidas se disponen sin ningún orden ni concierto y están rodeadas de hierbajos y matas salvajes, y las cruces están coronadas por uves invertidas. En la verja de entrada hay un cartel en el que puede leerse: “Quien quiera que seas, piensa que el sitio en el que has entrado es un cementerio”, en alemán, húngaro y rumano.

Lejos del bullicioso centro de Sighisoara os recomiendo visitar el cementerio Sajón, sin duda, un lugar perfecto para el rodaje de alguna película. La mayoría de sus tumbas están bastante abandonadas, cubiertas de maleza y hiedra, las raíces han levantado algunas lápidas dándole un aspecto aún más tétrico. Muchos árboles y pequeños caminos vacíos con un aire de romanticismo y algunas flores marchitas.
Es también un pequeño paseo por el pasado de la ciudad, la mayoría de los allí enterrados son alemanes ya que vivieron en esta zona hasta la Segunda Guerra Mundial. Sighisoara fue una de las siete ciudades fortificadas de Transilvania algo que se parecía en sus construcciones y calles.