Cementerio de San Esteban

El cementerio de San Esteban fue edificado en el año 1.833 a las afueras de la ciudad, junto al Convento de San Francisco, cuando se prohibió enterrar a los muertos en el inetrior de las iglesias. Es de estilo neoclásico, delimitado por un muro de sillería de gran altura en el que se abre una portada formada por un arco de medio punto rematada en un frontón con una inscripción y culminada por la imagen de un ángel alado.

La disposición interior se realiza en torno a una gran plaza rodeada de galerías porticadas con una capilla central construida en sillería. Anteriormente se encontraba en este mismo emplazamiento la Iglesia de San Esteban, que da nombre al cementerio, pero fue destruida en 1.808 por las tropas francesas.