Cementerio Greyfriars

Resulta bastante curioso que los cementerios sean uno de los atractivos turísticos de Edimburgo, y este de Greyfriars es indispensable para conocer uno de los capítulos más oscuros de la historia de la ciudad. Inicialmente fue un monasterio de monjes franciscanos y es por esta razón por la que ha trascendido el nombre "greyfriars". Interesante, porque sus hábitos no eran grises, sino marrones, pero si ligamos la poca cultura del color que se tenía hace siglos a la oscuridad que reina en Edimburgo durante la mayor parte del año y todo esto aderezado con mucha mugre, nos da como resultado el color gris que ha llegado hasta nuestros días.

El famoso cementerio Greyfriars es uno de los mas conocidos cementerios por sus actividades paranormales.
Antes de convertirse en cementerio,Greyfriars fue la prisión, de los covenanters, unos rebeldes religiosos que se habían levantado en contra del ejército episcopalista. En el 1679, fueron encarcelados unos 1200 covenanters con muy poco alimento, centenares de ellos murieron y fueron enterrados allí mismo, hay quien ha escuchado sus lamentos de sufrimiento y de hambre. Desde los años 90, varios turistas han informado de haber sido atacados por un poltergeist que según estos vaga por el cementerio.

Por tétrico que pueda parecer, el Cementerio Greyfriars es uno de los rincones más visitados de la capital escocesa por su innegable vinculación con la saga de JK Rowling. Y es que, en este camposanto están las tumbas de dos personas que inspiraron dos de los personajes más carismáticos de la saga: Lord Voldemort y la Profesora McGonagall.

Visita imprescindible si te gusta sentir escalofríos al acercarte al mausoleo de McKenzie o la zona de los Covenants.

Pasear junto a la muerte, como si tal cosa.

Me parece un lugar precioso y con encanto e incluso diría yo que tiene hasta magia, ya sé que no es un lugar que digamos agradable pero este es precioso de ver y tiene a gente famosa de allí y a algunos personajes de Harry Potter.