Una de mis calles favoritas sin...
Una de mis calles favoritas sin dudarlo. Cuando paseas por ella, una vez has bajado por el arco de cuchilleros, sientes que en cualquier momento saldrá el Capitán Alatriste a batirse en duelo con algún rufián.
Conocida como calle de los mesones ya que está inundada de típicos mesones madrileños que hacen las delecias a los de aquí y a los de allá. El de la sardina, el del champiñón, el de la tortilla, cada uno indica su especialidad, pero todos tienen un sello que los identifica: El buen ambiente que se respira. Casi al final de la calle, se encuentra el restaurante catalogado por el Guiness como "más antiguo del mundo", mi idolatrado Botín.