Nicolás y Friburgo
Tratada y considerada por la mayoría de expertos en arte como la más valiosa joya gótica de Europa Central, esta catedral de 1490 ( aunque sus cimientos datan de 1283) nos llama como un imán con su torre única para que conozcamos sus secretos.
Lo de la torre única tiene su gracia y su explicación, ya que en los planos originales aparecía una segunda atalaya, pero la falta de dinero hizo imposible su construcción. Así que hoy en día, el campanario de 368 escalones y 74 metros de altura es el único protagonista de cualquier panorámica que se tome de la ciudad...
Ya desde un principio, la fabulosa portada de los Apóstoles es motivo suficiente para empezar a bajar nuestra mirada desde las alturas de la torre, ya que es uno de los pocos ejemplos en Suiza de las famosas portadas del alto Rin. En ella se mezclan en curioso orden y concierto, esculturas de la Anunciación, los Apóstoles ( aunque son copias), ángeles, profetas y patriarcas; por encima de todo, y para escalofrío de creyentes, un Juicio Final de lo más convincente.