Catedral de Santa María

Situada en lo alto de una colina, la Catedral de Santa María, domina el casco antiguo de Vitoria. Es una catedral de estilo Gótico, que fue creciendo a partir de una iglesia del siglo XII, lo que le llevo a arrastrar problemas estructurales desde el principio. Debido a ellos, la Catedral se cerró al público en 1994, para acometer una serie de reformas que solucionen todos estos problemas. Pero ahora se puede volver a visitar de una manera muy original, adentrándose en la propia obra, para ver las labores de restauración. La visita se sucede a través de andamios que cruzan la Catedral y donde una guía te explica de primera mano todo el proceso de reconstrucción y técnicas que están utilizando para hacerlo. Aún le quedan unos años para estar terminada, pero es una oportunidad única de ver y aprender todo este proceso. Además, ¿en que otra Catedral vas a tener la oportunidad de verla desde el medio y en las alturas?

Actualizo la información porque la he vuelto a visitar 10 años después y ya está abierta al público en todo su esplendor. Ya no hay que preocuparse de los andamios y la catedral luce espectacular después de estos más de 20 años de reformas.

La Catedral de Santa María es un templo gótico iniciado en el siglo XII, que en el año 1994 se decide cerrar al público debido a los graves problemas detectados en su estructura.

Unos años más tarde, y tras minuciosos estudios, se decidieron las estrategias a seguir, y nació la Fundación Catedral Santa María, que está abierta a quién quiera formar parte de ella por una módica cuota anual. Esta entidad gestiona todo el proceso de restauración, y su patronato lo constituyen la Diputación, el Ayuntamiento y el Obispado, aunque con los años más entidades y gente particular se añaden al proyecto.

La Catedral gótica de Santa María es una de las joyas mejor guardadas de Vitoria y como tal, es digna de descubrirse incluso en diferentes visitas a lo largo del tiempo, y es que desde el año 1994 está inmersa en un gran proyecto de restauración y rehabilitación de espacios que ha obligado a cerrarla al culto y convertirla en una suerte de museo en obras.

Desde hace casi veinte años, la reforma de la catedral ha ido ofreciendo al público distintas fases de su recorrido, de forma tal que se han podido ver tanto los niveles inferiores correspondientes a los cimientos, como la llamada cripta, el nivel del suelo y hasta pasear cerca de las coloridas vidrieras por encima de andamios que conducen hasta el mismo triforio del edificio.