La Renacida
La catedral de San Juan, esa gran iglesia que parece incrustada entre las callejas de la vieja ciudad, tiene detrás de sí una larga y densa historia, que se inicia en 1509 cuando comienza a ser edificada en madera por orden del omnipresente Ponce de León y bajo el mandato del omnipotente primer obispo de las colonias Alonso Manso. Precisamente, no sabemos si con ese fin, los restos del primer gobernador de la Isla descansan en el templo desde 1913.
Poco queda de esa primera etapa aparte de una escalera de caracol y cuatro salones abovedados que vemos al fondo, ya que en 1526 un huracán asoló el templo y hubo que levantar un nuevo edifico en 1529.