Catedral de San Esteban
Que la Catedral de San Esteban es el centro y corazón de Viena, nadie lo pone en duda.
Y es que además es evidente. No sólo por su situación, que la hace parecer génesis de la ciudad, de donde parece haber surgido cada ladrillo y cada piedra que vemos, sino que los reyes y emperadores se encargaron de darle más importacia aún, si cabe, regalándole la fama junto con las urnas que contienen sus restos y que están en el Altar Mayor.
Y es que la catedral es antigua, o por lo menos la gran portada de los Gigantes y las torres de los Paganos, del siglo XIII. Lo demás también lo es, pero menos, ya que los añadidos alcanzan hasta el barroco de la sacristía inferior.