Catedral de Quimper

Las fotos son de los alrededores de la catedral, por el exterior. Este día no pudimos entrar porque hubo un funeral.

Al siguiente día conseguimos ya entrar en la catedral, ya que hubo funeral el día anterior.
Estaba bastante oscuro, así que las fotos no son de mucha calidad!

Como ya he dicho se encuentra en pleno casco histórico por lo que el acceso es peatonal, estando un poco complicado el tema del aparcamiento (ya que en las cercanías funciona el sistema de "zona azul") por lo que es conveniente recurrir a los parkings de pago para disfrutarla sin agobios de tiempo.

La catedral se encuentra tan perfectamente restaurada que, por supuesto,merece ser visitada y detenerse, de manera especial, en la contemplación de sus vidrieras ya que la gama cromática que abarcan es extraordinaria.

En el tiempo libre que teníamos para visitar por nuestra cuenta, veíamos la catedral cada mañana, porque podríamos decir que es el punto común de los caminos. Está muy cerca del lycée en el que estudiaban nuestros correspondientes y por ello la veíamos cada día, sólo teníamos que bajar por una calle hacia abajo y llegabamos a la plaza donde se encuentra.

Cuando ya estás dentro, lo más curioso es la parte de arriba, la nave del techo tiene una extraña forma: es recta hasta llegar a la zona del altar, de ahí hacia atrás, se tuerce hacia un lado. Eso es porque la catedral ha sido varias veces restaurada.

La ciudad de Quimper, Kemper en bretón, se encuentra al sur del departamento de Finistère, uno de los 4 que integran administrativamente la región de la Bretaña, Francia y de la que es su capital..

La Catedral de Saint Corentin, quizás su monumento más emblemático, es una de las tres catedrales góticas de la región y está dedicada a Corentin, patrón de Quimper y primer obispo de la ciudad.

He visitado Quimper en 2 ocasiones, al igual que la catedral que nos ocupa de la que destaco la armonía deel edificio en general, sus dos torres principales, realmente impresionantes y que sobresalen de entre las callejuelas o ruelles del viejo Quimper, como puede apreciarse en la primera de mis fotos, y un interior realmente rico con unas vidrieras realmente interesantes.