Catedral de Canterbury

La Catedral de Canterbury está ubicada en el Condado de Kent y forma parte de los Patrimonios de la Humanidad. Es la sede del Arzobispo de Canterbury,cabeza de la Iglesia Anglicana.
Fue fundada por St. Augustine of Canterbury en el año 602, en el sitio adonde previamente existió una catedral sajona según las excavaciones hechas en 1993.
En tantos siglos ha pasado por diferentes períodos y se le han hecho muchos cambios y adosado nuevas partes, como los famosos claustros.
En su interior se respiran "aires de historia"..... Son especialmente impactantes las tumbas de Thomas Beckett y la del Black Prince, Edward Plantagenet ,en la que verás una réplica de su armadura y guantes, pero a su vez al lado están, raidos por los siglos , los originales ya sin color... No lo podrás creer .Emociona el Altar de los Caballeros con sus especiales estandartes, recordándote la historia inglesa, y si no la leíste, alguna película épica....

No muy lejos de Londres, en el pinturesco pueblo ce Canterbury podemos encontrar uno de las catedrales británicas, que han sido declarada patrimonio de la humanidad. Lugar de residencia del líder de la religión Anglicana, el arzobispo de Canterbury.

Esta catedral guarda entre sus muros fragmentos de la histórica britñanica, tales como las figuras de Samuel Becket (en tiempo de rey Henry II) o la tumba del conocido "Black Prince" (Edward Plantagenet).

Aunque se etiqueta como gótica, lo cierto es que su construcción se inicia en S. XIV y finaliza con las últimas reformas en el S. XVIII.

Merece la pena acercarse desde Londres a Canterbury. La catedral parece un mundo cerrado en sí mismo y ello aunque esté en pleno centro de la ciudad. Es grandiosa aunque conserva el equilibrio que otras obras tan pretenciosas como ésta no han conseguido mantener.

Es el principal centro religioso del Reino Unido, donde reside arzobispo de Canterbury, líder espiritual de la Iglesia de Inglaterra. En 1988 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

En el interior de la catedral hay muchas cosas que ver en la paz de la soledad, en buena compañía o acompañado del suave murmullo del respeto que acompaña la religión.